Ayer mi mujer y yo retomamos una de esas costumbres abandonadas por diversas cuestiones. Por fin, tras una larga temporada, volvimos al teatro. La obra, de Miguel Mihura y Álvaro de La Iglesia era: “El caso de la mujer asesinadita”. De pequeño me crié con las sesiones de teatro de la segunda cadena de Televisión Española, creo recordar que se llamaban Estudio 2, y desde entonces le cogí un gran cariño a estos autores…
Pero a lo que vamos. ¿Qué hace una comedia teatral en un blog dedicado a lo fantástico y casi con exclusividad al terror?
Pues en este caso tiramos hacia el lado de lo fantástico, porque lo fantástico uno lo puede encontrar donde menos se los espera. Porque quién me iba a decir que en una obra de teatro española, escrita a mediados del siglo pasado por dos humoristas colaboradores habituales de la extinta La Codorniz, iba a encontrar un estupendo y bien llevado uso de una distorsión temporal. Algo inserto de forma natural, sin extravagancia.
Hay quienes se empeñan en presignarse cuando escuchan la palabra fantasía añadida al término literatura, sea cual sea su variante. Ceñudos, sesudos y muy intelectuales. A esos les invito a comprar una entrada, a reírse y disfrutar sin más, sin valorar de antemano, sin prejuicios. Adiós a los géneros, disolvamos fronteras, al menos, si no en la denominación, sí en la valoración.
Saludos a todos.