lunes, mayo 22, 2006

UBIK

Por fin.
Y es que, desde hace demasiado tiempo apenas dispongo de más de una hora limpia para tomar un libro y leer con calma. Pero un largo viaje, tres horas y pico de autobús, ida y vuelta, le dan a uno la portunidad de enfrentarse a una de esas obras que venían susurrando detrás de la oreja.

Genial.

Cualquier nivel de lectura que tomemos nos agrada, nos seduce, nos pincha. Dick perfila un universo estrambótico, desquiciante, creíble. Luego ese universo se desencadena en toda su locura, y entonces... entonces sopréndase y busquen la realidad, intenten encontrarla. Se darán cuenta de cuán elusiva es ella, de cómo juega a escaparse y aparecer, a disfrazarse.

UBIK, ciencia ficción y novela negra. Sí también. Soy lector asiduo de este segundo género, y puedo decir que ubik encierra una estructura narrativa similar a la de muchas novelas del género. Es beneficiaria de algunos de sus trucos.

No adelantarémás. Hay una edición de bolsillo al alcance de cuaqluiera aquí en España. Espero que en otros sitios sea igual de fácil dar con ella.

Consejo para aprendices de escritores:

Destripen los diálogos, háganlos suyos, aprendan.

Lean, lean... y recuerden el retardador de crecimiento capilar UBIK dejará su piel tersa y suave durante tiempo ilimitado. Use UBIK con precaución, siga las instrucciones de uso,

Absténganse paranoicos.

*Nota: 10 para Dick, 1.5 para los editores... premio al que encuentre más erratas en la edición de Solaris.

Reseña y comentarios en La Tercera Fundación
Y, cómo no, en Axxon

viernes, mayo 12, 2006

30 días de noche...

Hablemos de comics. No soy lector asiduo de ellos. En mis tiempos, como cualquier aficionado al terror, leí con deleite los números de la revista creepy que cayeron en mis manos, y algunos otros ejemplares tipo cimoc en os que se insertaban este tipo de historias, poco más.

Cuando se ataca el género desde este ámbito, el lector habitual de literatura de terror tiene que cambiar su tipo de enfoque; incluso si uno es espectador asiduo de películas del mismo género, también se requiere un punto de vista distinto con el que acercarse al comic, a la novela gráfica.

Así tuve que hacer cuando la curiosidad me hizo detenerme delante de una tienda especializada y, atraido por una novela gráfica de Clive Barker, me puse a husmear. Encontré 30 DÍAS DE NOCHE, me la llevé y al par de días volvía a por las dos que le siguen: DÍAS OSCUROS y 30 DÍAS DE NOCHE: REGRESO A BARROW.

Regresamos al tópico tema de los vampiros, pero desde una óptica distinta a lo que la moda dicta actualmente a este respecto. No esperen encontrarse con lindos donceles y damiselas lánguidas, de colmillos afilados, vida social ajetreada y modales exquisitos, no esperen un pastiche de nuestra amiga Anne Rice, no... Son desarraigados, son depredadores que ocultan su condición con una dosis masiva de resentimiento, son monstruos; no saben lo que es la compasión y su único objeto es el de sobrevivir como especie.

El argumento es sencillo. Barrow es un pueblo en Alaska. Cada año la oscuridad lo envuelve durante treinta días. Un grupo de vampiros aprovechan la oportunidad para... hacer lo que un vampiro hace, claro... comer, destruir, devorar sin que la luz del sol sea un impedimento.

La tensión, el miedo, la claustrofobia, la impotencia, el terror... son sensaciones que se palpan conforme avanza en la lectura, los dibujos las escupen sobre uno sin concesiones.

Gráficamente, no soy un especialista, las historias son brutales, simples, impecables.

De las tres obras, quizá la mejor, la que más me ha atraído e impresionado es la segunda: DÍAS OSCUROS, en ella se recorre el submundo vampírico con pinceladas breves pero precisas. Aunque las tres conforman un corpus total, cerrado y atractivo.

Una recomendación para los que, como yo, quieran meter la cabeza en este mundillo. Una historia de miedo de las de siempre, bien tratada, bien llevada.


Reseñas en Tumba Abierta 1 y 2

Lean, lean... no se dejen morder

lunes, mayo 08, 2006

Básicos del Terror: "Antiguas Brujerías", de Algernon Blackwood

Hay relatos que se repiten en antología tras antología. Es el caso de algún autor, y cuando de terror se habla, el maestro Blackwood está siempre ahí. Podría haber escogido el que quizá sea su relato más famoso El Wendigo, pero bueno, esa es otra historia. Hoy me centraré en una de las obras de este autor a las que más cariño profeso.

Blackwood es uno de los maestros de Lovecraft, quizá se le conozca por las comentarios entusiastas del autor de Providence, pero reparar en él sólo por ello, sería injusto. Blackwood debe, no, tiene que entrar por derecho propia en la bibioteca de todo aficionado a la literatura de terror que se precie, por la puerta grande y sin miramientos.

Se trata, casi sin discusión, de uno de los autores que mejor maneja los ambientes, las atmósferas (encuentren por ahí el relato Los sauces...). Los relatos de Blackwood están empaquetados con delicadeza cruel, con minuciosidad, el lenguaje nos trasporta a un lugar, nos deja en él y allí somos cómplices de las peripecias macabras del portagonista.

Antiguas Brujerías pertenece a los relatos dedicados a John Silence, investigador de lo oculto. Aunque la presencia de este personaje es testimonial y sin importancia. Esta vez acompañamos al típico viajero inglés que se ve atrapado por los encantos del Continente en su estado más puro y misterioso. Una aldea perdida en Italia es el escenario perfecto para que este hombrecillo se enfrente al miedo, a lo desconocido, a lo que el tiempo ha ocultado pudorosamente del ojos de los mortales... o quizá se trate sólo de una ilusión.

No diré nada más. Quien quiera que busque, encuentre y goce.

Lean, lean... miau.

El relato en Valdemar (de la tercera fundación)
El relato en Alianza Editorial (de la misma fuente)
El autor en wikipedia
El autor en Letras perdidas

martes, mayo 02, 2006

Jaume Balaguero, frágiles y el cine de terror

No puedo evitar hablar de esta película, de ésta y de las otras de su director, el irrepetible Jaume Balagueró.

Por cuestiones de la vida no tuve la oportunidad de verla como se debe, en pantalla grande, en un cine del centro de mi ciudad. Pero gracias a ese gran invento que es el DVD, por fin, cumplí mi deseo.

Hay formas de ver el terror, de sentir y de hacer sentir el terror. No voy a entrar ahora en una descripción prolija. Me basta decir que Balagueró pulsa la cuerda correcta, la cuerda de un miedo ancestral, interiorizado.

Recuerdo su maravillosa "Los sin nombre". No pasé miedo en el sentido estricto de la palabra, sin embargo, durante toda la proyección, tuve que luchar contra un impulso que me obligaba a salir de la sala, a escapar de aquella historia que me absorbía, me ahogaba, me hurgaba en las entrañas y me incomodaba el alma de aquella manera. Y no era por la forma de filmar, no, también era la forma de narrar, la historia en sí, el giro que el director le había dado al relato de Ramsey Campbell. Leí ese libro, y no logró atrapareme, en general los libros de este autor no me atrapan, quizá sea la traducción, pero su forma de escribir se me escapa, no logro centrarme en la historia. Sin embargo la historia filmada, me abrazó nada más haber empezado la proyección

"Frágiles". Otra vuelta de tuerca. Una reescritura del lugar maldito, del lugar infestado por el mal. Sí, quizá es muy fácil recurrir como baza argumental básica al mal aterrando y haciendo sufrir a un grupo de niños indefensos; es fácil también escoger un personaje en apariencia desvalido, frágil, como oposición a un mal todopoderoso, fuerte y cruel, sobreponiénose a él y a sus propios fantasmas, venciéndolo. Sí, todo ello parece fácil, pero hay que saber hacerlo.

Quizá el terror no es más que un revisitación continua de ciertos tópicos.

Aquí sí que pasé miedo.


Otra película reseñable del director es "Darkness"

Los sin nombre en Aullidos
Darkness en Aullidos
Frágiles en Aullidos
Especial Frágiles en Aullidos
Entrevista al autor en Dreamers

Vean, vean... y asústense.