lunes, mayo 24, 2010

Micro antología de relatos podridos

Pues eso, una nueva aberración de NOCTE, compilada y diseñada por el que escribe estas líneas.

Esta vez homenajeamos al mundo Zombie y ofrecemos al mundo entero, a los gourmets de la carne podrida una colección de micro ficciones, ficciones y versos... también le damos a ese palo, no crean... Todas incrustadas en el universo de los muertos vivientes

Pues eso, con ustedes: Para Abrir el Apetito, micro antología de relatos podridos, por NOCTE

Buena digestión.

martes, mayo 18, 2010

Novedades nocteñas: Cicatrices, de Claudio Cerdán


Nuestro compañero Claudio Cerdán saca a la luz la esperada segunda parte de su "Dios de los mutilados": Cicatrices / El Dios de los Mutilados 2


Un guerrero marcado, un traidor a su credo, desciende a los infiernos con la única obsesión de matar a un dios. Su cuerpo es una herida abierta y su alma, vendida hace tiempo, busca una redención imposible de alcanzar.

Otro hombre, un paladín manco, viaja a una isla prisión inmersa en una guerra entre los condenados donde un ejército de leprosos se atrinchera en mazmorras subterráneas huyendo de hechiceros proscritos.

Y entre la inmundicia, la sangre y la desesperación, resurgirá el mayor héroe de todos los tiempos.

Regresa a los Reinos Laicos para presenciar los más abyectos actos de violencia y los más estúpidos episodios de ineptitud en esta aventura épica repleta de cinismo, batallas y algún que otro urogallo.

En la editorial Transversal, claro

viernes, mayo 14, 2010

Victimas y verdugos

Víctimas y verdugos es el título de mi aportación a la Antología Z vol.2 de Nocte.

Nunca he sido un apasionado de los zombis. En su momento, cuando andaba tras lecturas clásicas del género, me hice con un par de recopilaciones, pero éstas se centraban en el viejo no muerto solitario y manipulable de la tradición Haitiana. No al Revenido actual, más social, impredecible y peligroso.

La literatura moderna del Zombi, por lo que veo, usa estos elementos como fondo, como un escenario, si uno lee argumentos, aparte de las escenas gore y subidas de tono que entusiasman a más de uno, la enjundia de los relatos cae en la forma en la que tienen el resto de personajes no podridos de vivir, reaccionar, sobrevivir o malvivir metidos dentro de una tierra devastada por al plaga Zombi.

Por eso intenté hacer algo diferente. Por eso me planteé la posibilidad de una epidemia similar a las descritas. Una epidemia que se ha controlado a durtas penas y con grandes pérdidas; en la que el único método para acabar con la plaga ha sido el exterminio de los infectados, un exterminio que ha incluido a aquellos que solo tenían al enfermedad desarrollada en sus primeras fases y seguían manteniendo su humanidad.

La premisa es ¿qué pasa con aquellos que han tenido que participar en este obligado holocausto? ¿Qué sienten? ¿Qué piensan? ¿Cómo actúan?

Solo espero que el resultado sea de su agrado

Nota de prensa nocte:

Seguimos con la semana Zombi de Nocte. La promoción es la promoción.
Esta vez se trata de la nota de prensa que nuestro compañero Rubén Serrano nos brinda con su buen hacer habitual. Además en ella encontrarán una pequeña sorpresa al final. Sí, atacamos de nuevo. Nocte revisita otro mito.


Dolmen Editorial publica una antología de zombis creada en exclusiva por escritores de Nocte

Dentro de su Línea Z dedicada a los zombies, Dolmen Editorial saca a la luz el próximo 28 de mayo una nueva Antología Z, en esta ocasión, con relatos creados por autores pertenecientes a la Asociación Española de Escritores de Terror: Nocte.
La antología cuenta exclusivamente con prosistas profesionales, algunos de ellos galardonados con los principales premios de género fantástico (Minotauro, Ignotus, UPC, Andrómeda, Domingo Santos o Pablo Rido) y que, en general, representan lo mejor del fantástico patrio. Todos ellos dan forma a esta colección de historias sobre muertos vivientes, que ha sido coordinada por Juan de Dios Garduño (Nocte) y Álvaro Fuentes (Dolmen), y cuyo prólogo ha corrido a cargo del reconocido novelista José Carlos Somoza.

La selección de las obras participantes, que ha sido realizada por Dolmen, incluye Todo lo que muere se levanta, de Juan de Dios Garduño; S0KH9E, de Magnus Dagon; Fuegos fatuos, de Miguel Puente; El pacto de la niebla, de Victor Conde; Carne de cañón, de Claudio Cerdán; Psique, de Marc Rodríguez Soto; Microcuentos, de Julián Sánchez; Mi amada Michelle, de J. E. Álamo; Fabularía, de Santiago Eximeno; Cenizas del Niflheim, de Sergio Mars; Víctimas y verdugos, de José Mª Tamparillas; Tras una persiana veneciana, de Emilio Bueso; Carne de tu carne, de Fermín Moreno; La primera resurrección, de Rubén Serrano; Mi primo TOM, de Pedro L. López; Salida maldita, de Roque Pérez Prados; Ajenjo, de Pedro Escudero Zumel; Al otro lado de la pared, de David Jasso; y Asquerosamente ricos, de Nuria C. Botey.

La imagen de cubierta pertenece al aclamado ilustrador Alejandro Colucci, autor de obras tan destacadas como las portadas de las novelas de Anne Rice, la saga criminal de El Padrino, de Mario Puzo, y libros de Michael Moore, César Vidal, Katherine Neville, Tom Wolfe, James Ellroy o C.S. Lewis, entre otros. También ha ilustrado cartas y libros del conocido juego de rol Vampiro: La Mascarada.

Se trata de la primera antología conjunta de la asociación en formato libro (después del especial de la revista Sable) que es publicada por terceros y que sale al mercado con el sello de Nocte, aunque próximamente aparecerá también La sangre es vida, una compilación de relatos de vampiros, a cargo de Ediciones Mandrágora.

jueves, mayo 13, 2010

Dos novedades nocteñas

Pues eso, dos miembros de pro del grupo nos adelantan un mordisco de sus nuevas obras.
No pertenecen a la temática de cabecera de este blog, pero, ya saben, no importa

La primera novedad es el nuevo libro de José Carlos Somoza: "El cebo"
Pura novela negra de calidad, seguro

leer en el libro



Dentro del Libro


La segunda es un adelanto de la nueva novela de Victor Conde, nuestro nuevo hombre del Minotauro: "Los relojes de Alestes". Esta vez Steam-punk

Con Z de Nocte


Son seres abyectos, depravados, oscuros... Vagan por la vida sin rumbo ni destino. Les encanta la sangre y se alimentan del miedo: Son los autores que conforman Nocte, la asociación española de escritores de terror.
Y ahora han unido sus fuerzas para narrar historias de otros seres todavía más amenazantes: los zombis. Dieciocho autores, dieciocho historias y otros tantos puntos de vista sobre una figura mítica del terror moderno.
Los mejores escritores de terror de nuestro país nos presentan el enfoque más atrevido, innovador y aterrador de las historias de zombis.
Deja que la carne fresca rezume de entre las páginas y empápate de buena literatura teñida de rojo. Pero ten cuidado, puede que quedes infectado por el virus del miedo.
Álvaro Fuentes se ha encargado de seleccionar estos relatos, a los que José Carlos Somoza se ha encargado de prologar.


AUTORES Y RELATOS

1.Microcuentos – Julián Sánchez
2.“Todo lo que muere se levanta” – Juan de Dios Garduño
3.“El pacto de la niebla” – Victor Conde
4.“S0KH9E” – Magnus Dagon
5.“Fuegos fatuos” – Miguel Puente
6.“Psique” – Marc R. Soto
7.“Carne de cañón” – Claudio Cerdán
8.“Fabularía” – Santiago Eximeno
9.“Mi primo TOM” – Pedro L. López
10.“Víctimas y verdugos” – José Mª Tamparillas
11.“Mi amada Michelle” – J. E. Álamo
12.“Tras una persiana veneciana” – Emilio Bueso
13.“Cenizas del Niflheim” – Sergio Mars
14.“La primera resurrección” – Rubén Serrano
15.“Carne de tu carne” – Fermín Moreno
16.“Al otro lado de la pared” – David Jasso
17.“Salida maldita” – Roque Pérez Prados
18.“Asquerosamente ricos” – Nuria C. Botey
19.“Ajenjo” – Pedro Escudero Zumel

EDITORIAL: DOLMEN EDICIONES
ENCUADERNACIÓN: Rústica
PÁGINAS: 280BLANCO Y NEGRO

Fecha de salida: 28.05.2010

miércoles, mayo 12, 2010

Zombi Revival

Copio y pego un viejo artículo que redacté en su tiempo para la revista digital Scifiworld.
¿Por qué? Porque aunque no sea muy amigo de los tipos podridos y hambrientos, en breve les trasladaré una buena noticia relacionada con ellos, y conmigo mismo.
Mientras tanto quédense con estos nombres.
Todos forman parte de NOCTE, hay premios minotauro, ignotus, novelistas de éxito, promesas que serán futuros referentes:


Juan de Dios Garduño | Magnus Dagon | Miguel Puente | Victor Conde | Claudio Cerdán | Marc R. Soto | Julián Sánchez | J. E. Alamo | Santiago Eximeno | Sergio Mars | José Mª Tamparillas | Emilio Bueso | Fermín Moreno | Rubén Serrano | Pedro L. López | Roque Pérez Prados | Pedro Escudero Zumel | David Jasso | Nuria C. Botey


Recuérdenlos. Muy bien...


EL PROTAGONISTA POR EXCELENCIA DEL GÉNERO MODERNO DE TERROR, LOS ZOMBIS, HAN VUELTO A RESUCITAR CON FUERZA. COMO BUENOS PERSONAJES DE LO SINIESTRO Y OSCURO, HAN PERMANECIDO ESCONDIDOS, REFUGIADOS EN SUS GUARIDAS, DANDO PEQUEÑAS BATIDAS PERIÓDICAS, ESPERANDO EL MOMENTO ADECUADO. AHORA, REFORZADOS, HAMBRIENTOS, SALEN DEL CUBIL EN BUSCA DE SUS PRESAS, TANTO EN EL CELULOIDE COMO EN EL PAPEL.


Se dice, teorías las hay para todo, que cada generación, cada sociedad, cada estado de las cosas, crea sus propios monstruos. El terror es un tema que se ve notablemente influenciado por la sociedad que lo asimila y regurgita. Fobias, miedos, alienaciones y frustraciones son materia primordial con la que se abona el campo para que las semillas de lo infausto germine con fuerza. El zombi moderno es por completo hijo de esta teoría.

¿Moderno? Todo concepto, toda creación sufre una proceso de generación, evolución y mutación. Dicha evolución es un perfecto ejemplo que, además, nos sirve para contemplar el cambio de fondo que ha venido sufriendo la creación terrorífica a lo largo de los últimos tiempos.

El zombi bebe en sus inicios de creencias que, exagerando algo, podríamos llamar espirituales y religiosas, y aquilatando el adjetivo, sería mejor decir supersticiosas. El zombi es uno más de los elementos que adornan ciertos cultos de origen africano, desarrollados y alterados finalmente en el Caribe. La fuerza inicial de nuestro amigo nace en el respeto, consciente o inconsciente que se tiene hacia ciertas prácticas mágico religiosas de origen exótico. El secreto del vigor literario y artístico del zombi reside en su caracterización como un ser al que se la quitado el alma y disuelto la voluntad. La ‘zombificación’ es un proceso individual sufrido a manos de un ser humano dotado de conocimientos o poderes especiales, un hombre activo, dotado de un poder especial. Individual porque es un estado personal, intransferible si no es mediante la acción de ese polo de autoridad. Por lo que, el miedo, en esos amaneceres del concepto, no nace de la percepción del monstruo en sí, sino que se enfoca más hacia ese dominio exterior a él que lo crea, lo manipula y finalmente lo destruye. La fuerza inicial del monstruo ya apunta en cierto modo a lo que luego estallará, a la pérdida de la individualidad, de aquello que nos hace independientes como individuos y personas; sin embargo, en estos inicios, la criatura nos produce más curiosidad que miedo, incluso ternura y empatía, el mal reside en otro ser, en una voluntad ajena a la suya, él es sólo una herramienta manipulada, una víctima.

Incidamos en varios puntos esenciales: perdida de individualidad, manipulación, superstición, poder exterior concreto.

El miedo que impregna las historias primerizas de Zombis es muy similar por un lado al que pudo proporcionar un Frankestein, una momia, un hombre invisible… seres atrapados en un destino trágico con los que existe una cierta capacidad de acercamiento y empatía ante su sufrimiento; y por otro el miedo que recrea la capacidad de hacer el mal de alguien con dominio de ciertas artes oscuras, con capacidad para manejar a su antojo ciertos aspectos del universo, y en concreto la voluntad y el espíritu de sus semejantes. El mal se muestra personalizado, definido, con un objetivo claro y unos medios determinados. El mal juega con unas reglas conocidas por espectadores y lectores. Es el miedo al otro, a lo diferente, al poder casi divino que tiene la capacidad de destruirnos físicamente, una somatización de algunas de las angustias ancestrales del ser humano.

Sin embargo, con el paso del tiempo, los roles cambian. La esencia que define al monstruo sigue siendo la misma, una ente despersonalizado, simple, sin alma, al que se le retirado aquello que lo hace humano. Pero el objeto que causa su conversión se difumina, se vuelve impreciso, elusivo, casi indeterminado. Un virus, una sustancia química, radioactiva… una mutación… en cierto modo ya no hablamos de una manipulación activa y efectiva de un ser humano, hablamos de un accidente, casi de un castigo venido en forma de una terrible enfermedad. Por que esa es la diferencia manifiesta con respecto a la figura germinal del monstruo. Ya no es uno, concreto, el zombi ahora, en la modernidad, es la masa, lo indefinido. Y el mal no asume una intención inteligente, se desprende de toda intención; el contagio es global, ciego en el sentido de que no distingue a nadie e iguala a cualquier ser humano que se ponga en su camino. El terror se ha socializado en el sentido de que ha perdido su componente esotérico, ese nexo con lo trascendente, con la creencia en un más allá, en unas fuerzas ocultas por encima del conocimiento racional.

Ya hemos dicho que cada generación crea sus propios mecanismos del miedo, asume sus personales iniciadores. Es una sociedad desacralizada, regida por leyes de mercado, donde el consumismo y competitividad son los pilares de esa economía sobre la que se asienta todo, a la que todo se doblega: la figura del zombi se vuelve un reflejo de los miedos inconscientes que provoca este estado de cosas. La competitividad y el consumismo necesitan de un individuo cosificado y sin espíritu. Sus métodos son activos. No esperan a que este escoja libremente, no, los factores de mercado, la necesidad misma de crecimiento, expansión y refuerzo de la doctrina, necesitan que todo hombre y mujer se involucren y formen parte del juego, y para ello usa el engaño, la seducción, y llegado el momento la fuerza bruta.

A un nivel superficial esta es una forma de vida fácil y cómoda, a un nivel más profundo nuestro espíritu se ve sometido a una alienación continua que intenta destruir sus bases objetivas de comprensión, crítica y observación: las bases de nuestra libertad.

El zombi es la metáfora por excelencia de la época que vivimos: seres relajados de su condición humana; dirigidos por un vago conjunto de leyes inapelables; ansiosos de buscar al otro, al distinto, para convertirlo en uno más para no sentirse solos en su estado de degradación. Nuestro miedo inconsciente ante el continuo ataque de la publicidad, de los gurús de lo políticamente correcto, de la ideología económica dominante, ese miedo, se ha corporeizado en la forma de un monstruo, reflejo exagerado de la realidad. Ya no es un miedo a lo individual, a lo concreto —aunque este concreto sea algo trascendente—, no; es un miedo a lo indeterminado a lo ideológico, a una forma de ser, a la propia desintegración de lo que nos define e individualiza.

José María Tamparillas