No estoy muy seguro si fue mi pasión por la Historia de las Religiones, la Mitología, las supersticiones, el mal como realidad filosófica, religiosa, moral y estética… lo que me condujo a este gusto por el género de terror, o quizá fue al revés, aunque no me hubiera dado cuenta conscientemente de ello en mi adolescencia y juventud (que es donde se crían estas aficiones que posteriormente maduran)
Lo cierto es que es así. Y paralelo a ello aparece mi pasión por los libros. Y es así como una se convierte, si no en un coleccionista compulsivo, sí en un fisgón, siempre a la busca de nuevas y gratas adquisiciones.
La más reciente, un ejemplar de La Inquisición española, de Henri Kamen, un diccionario de brujería y satanismo, de esos que los bibliófilos matan por conseguir, El miedo en Occidente de Jean Delumeau (uno de los libros más recomendables para entender los mecanismos históricos y psicológicos del miedo desde lo social), y el libro en el que ando enfrascado ahora: Brujería e Inquisición en Aragón, de Ángel Gari, una espléndida, instructiva, clara y amena obra que nos introduce en el universo de la brujería como suceso histórico y popular.
Me detengo en este último por su novedad, y sobre todo por que, puede ser, para aquellos que quieran sumergirse en esta temática de forma rigurosa la mejor forma de hacerlo junto a la magnífica Las brujas y su Mundo, de Caro Baroja.
Cosas que sorprenderán: la idealización literaria y cultural que ha maquillado la auténtica brujería, pacata, vulgar, supersticiosa, ruda… mostrándonos una imagen idealizada hacia lo idílico o ennegrecida por un exceso de maquillaje terrorífico. Es curioso descubrir qué era lo que los supuestos brujos y brujas buscaban y hacían… curioso por lo simple e intemporal: dinero, poder y sexo. También interesante el papel que el clero instruido y algunos intelectuales tuvieron en el desarrollo de los tópicos asociados a la brujería, como Aquelarres, Conventículos, Familiares, pactos diabólicos, males, hechizos y sortilegios (siendo los auténticos creadores de ellos)
Lo dicho.
Sumérjanse, aprendan algo más del hombre y sus realizaciones más oscuras. Profundicemos en las capas más primordiales del conocimiento, de la interacción con el universo.