miércoles, enero 16, 2008

La mutación del mal

A veces una simple película sin demasidas pretensiones, en uno de esos días especialmente fértiles en lo que a pensamiento se refiere, da como resultado una sorprendente interpretación de hechos, argumento e imágenes, que va más allá de una mera crítica superficial, de un comentario sin más.
Esto me sucedió tras ver Halloween de John Carpenter. Después de escuchar parte de los comentarios que el director de festival de cine de Sitges realizaba, navegando por lugares comunes y citas históricas.
Me siento orgulloso, especialmente orgulloso de lo escrito.
Aquí les muestro una parte, el resto pueden leerlo en ScifiWorld, en mi artículo semanal


"[...]En toda cultura subyace un sustrato, en mayor o menor medida, maniqueo: enfrentamiento del bien contra el mal; son muy pocas aquellas que se libran de esta disposición. Esto es fácilmente visible en las culturas y periodos históricos en los que lo religioso tiene preponderancia, y sobre todo en el horizonte más popular, menos intelectual y académico. La tendencia a la personificación, la necesidad de ver, de corporeizar esas fuerzas enfrentadas, ha sido otra de las constantes a tener en cuenta. Tanto lo bueno como lo malo necesitaban ser palpados, asumir roles que permitieran una mejor ejemplificación, comprensión, o simplemente presencia. Dioses, diosas, demonios, diablos, monstruos míticos, divinidades de todo signo aparecieron y desparecieron a lo largo de los siglos. El género de terror ha dado buena cuenta de ellos, mostrándonos toda una galería de aportaciones malignas teñidas de con mayor o menor ambigüedad, de un sesgo religioso.
¿Pero qué sucede en los tiempos en los que la creencia es un valor en baja, casi extinto? ¿Tiempos donde moral y religión se separan? ¿Qué sucede cuando las imágenes creadas han perdido su función evocadora y sólo se mantienen como comparsa de un circo entre dantesco y humorístico?
Sucede que la dialéctica bien mal permanece, secularizada también, quizá pervertida y desequilibrada, las modalidades de aparición antiguas no sirven, se han quedado caducas, y por ello se han de buscar nuevas formas de expresión.[...]"

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