De un tiempo a esta parte, rebusco y exploro en las librerías de segunda mano, lance y otras, ya sea en la web, como en mi ciudad, Zaragoza, en busca de esos viejos libros, de esas viejas recopilaciones y antologías de editoriales como Bruguera, Molino... etc.
Normalmente uno encuentra mucho pulp, mucha morralla que lo único que despierta es una sonrisa de conmiseración para con el autor o autora. A veces la mayor parte de los relatos son pura basura. Sin embargo, a veces, de entre el estiércol y la paja surge una pequeña joya que reluce por méritos propios.
Este verano pude acceder a una de estas antologías: una llamada "Dedos verdes", una recopilación de relatos de una tal Christine Bernard, realizada en 1969, publicada por la editorial Molino en su Biblioteca Oro-Terror. la verdad es que disfruté con el libro, con el buen hacer de los diferentes relatos, a veces con su inocencia, a veces con su fuerza. No me importó la previsibilidad de algunos o su lenguaje chapado a la antigua.
De entre todos debo destacar por su exquisitez, por su fuerza interior el titulado "La especialidad de la casa" deStanley Ellin. Una delicatessen de aire británico, con esa prosapia fluida, cargada de ironía, que sólo la pluma de la Pérfida Albión es capaz de producir (y eso que el autor es estadounidense) Pero ustedes me entienden, ¿verdad?
A veces es bueno bucear en el pasado en busca de entretenimiento.
Si quieren una recomendación, busquen, la pléyade de autores es un buen acicate:
August Derleth, Howard Phillips Lovecraft, Herbert Russell Wakefield, Christine Bernard, Edward Frederick Benson, Stanley Ellin, J. D. Beresford, Roald Dahl, R. Chetwynd-Hayes, Rudyard Kipling, R. C. Cook