Este número está dedicado al genial Algernon Blackwood. Blackwood me ha proporcionado algunos de los mejores momentos en mis lecturas de las clásicos del terror. Sus Sauces, El Wendigo, Antiguas brujerías... son recomendaciones que daría a cualquiera que intente asomar la cabeza por este especial universo de horror.
Juan Serrano ha creado al espléndida portada. Así que ha trabajado el doble: la portada y las ilustraciones de mi aportación, el relato "El sauce", un homenaje mínimo a ese otro relato genial "Los sauces"
Fragmento inicial de "El Sauce"
Mi padre ya lo vio, y el padre de su padre; luego uno ha de fiarse de viejas habladurías. El árbol es, ha sido y será. Uno tiene la certeza inconsciente de tal hecho. La lógica de los acontecimientos, la forma en la que el barrio muta, en la que los nuevos edificios surgen como musgo, ocupando viejos espacios, devorando otros, dicta lo contrario: que algo así hace tiempo debería haber desaparecido desgajado por la inhumanidad, por la codicia o la necesidad. Pero las pocas veces que la conversación ha surgido en la cafetería, en el portal, en la calle, la conclusión siempre ha sido la misma: y es que a nuestro lado parece haber un pedazo de eternidad, que su presencia se pierde en la ceniza que deja el paso de los años, sin que nadie haya intentado nada en su contra.