Y esta una pregunta que se me ocurre después de haber tenido la portunidad de haber visto el trailer de la película de terror neocelandesa Black sheep.
Está visto que no son suficientes ni las pirañas, ni las abejas, ni las arañas, ni las musarañas (sí, no recuerdo el título, pero sé que hay por ahí una vieja película, especulo que de serie j,k l ó z, donde las musarañas atacan y devoran a nuestros desprevenidos congéneres humanos)... repito, parece que faltaba añadir uno más a la lista de animalitos mutados en bestias hambrientas e insaciables.
Les aseguro que, a partir de ahora el corderito de Norit va a poseer un nuevo significado, y no digamos ya la filia ovina de Carmen Sevilla...
Pero, al grano. ¿Qué sucede? la imaginación se ha convertido en un producto de lujo al que sólo acceden unos pocos elegidos. Cada vez que entro en algúna web dedicada a comentar y listar las nuevas películas de terror, me asombro de la cantidad de basura, de remakes, de vueltas de tuerca y de naderías que nos inundan. Sin ir más lejos, otro ejemplo, esta vez hollywoodiense, lo vi ayer mismo... la soporífera la última señal, donde Andy Macdowell se ganaba unos dólares aburriendo al personal en una historia de fantasmas acaramelados.
Bueno. Ya me he quejado, ya he gritado... ahora, ya saben.
Cuidado con las ovejas mutantes... y con las inocentes musarañas.
Y miren, a lo mejor la peli es buena y todo...
Y encontré la película de las musarañas: killer shrews