Muchas veces, en literatura, sobre todo en el tipo de literatura más comercial, se tiende de forma sintomática a usar eso que alguno llamamos ‘Recetas magistrales’ y otros ‘guíon de escritura’.
Según sea el germen argumental puede haber variaciones. El resultado siempre es el mismo: un libro fácil de leer, cargado de tópicos, a veces original, a veces vacío como un tambor.
Ha habido, hay y habrá editoriales especializadas en ese tipo de obras. En nuestro caso nos referiremos a la editorial Vidorama, y más en concreto a uno de los libros que componen su colección dedicada al terror.
“Hallazgo fatídico”, de Shery S. Tepper es una novela tipo, plana, que al menos de partida logra entretener mediante un manejo del lenguaje y los personajes muy correcto. En ella vemos desarrollados algunos tópicos —brujería, vudú— con una cierta frivolidad que, sin llegar a ser exasperante, hace que las luces de alerta comiencen a encenderse… y que al final estallan en nuestra cara con su inquietante realidad. Así que cerramos el libro, nos echamos un cigarrillo los que fuman, un trago los que beben, una buena bocanada de aire todos, y concluimos que quizá hemos perdido unas horas preciosas de nuestro escaso tiempo aplicado a la lectura.
Hablo de un libro ya entrado en años, pero es una realidad que, tanto yo mismo como otros lectores de terror, nos venimos encontrando en el panorama editorial extranjero traducido al español. Novelas sin riesgo, novelas tipo, novelas tópicas que tienen un fondo de lectores asegurado por esa misma temática. Ciertamente no todas se podrían calificar de bodrios, unas cuantas son correctas, están bien escritas gracias al buen hacer de un autor ya con muchas batallas as sus espaldas.
Ya así nuestro destino es esperar sin desesperar. Recolectar viejas glorias y arriesgarnos con nuevas apuestas.