En breve mi santa esposa y el que suscribe tomaremos el autobús para la tierra mediterránea de las fallas y la Albufera; vivan los tópicos. La excusa, participar el sábado en la noche del terror en la Almacón que se celebra en Almassera, el objetivo real, ver una ciudad que ahcía tiempo tenía ganas de visitar, ver a gente que no tengo el gusto de conocer en persona, y volver a ver a viejos amigos.
Y lo más importante... la cocina valenciana y el mar. Hace demasiado tiempo que no veo el mar, aunque sea el Mare Nostrum, y no el viejo Dios Atlántico al que estoy más acostumbrado.
Bye, bye.