Una microentrada. Y es que tengo la costumbre de echar un vistazo de forma periódica en la tienda Cyberdark para ver qué novedades hay.
Conclusión:
Dios, damos una patada y nos sale de la nada crepuscular otra serie de romance sobrenatural. Nos inundan, nos ahogan en esa esencia rosa de sangre, nos abruman con la pasión desenfrenada del no muerto enamorado, de la impúber acosada por las fuerzas oscuras del erotismo macabro. ¿Qué diría Corín Tellado si levantase la cabeza?
Joder, entonces seguro que se la intenta ligar un vampiro vestido de Armani, modales de Oscar Wilde y con aromas a lo Jean Paul Gaultier.
Mientras tanto, ando a al espera de que el "landismo" saque a este subgénero de las cavernas y el romance sobrenatural casposo tome el poder.