miércoles, diciembre 17, 2008

Colaboración en la revista Cthulhu

De nuevo los amigos de la revista Cthulhu han depositado su confianza en mí. Es agradable ver cómo el trabajo bien hecho, el suyo, ante todo, recibe su recompensa. Cthulhu se ha convertido en uno de esos referentes dentro del fantástico, en su vertiente de creación gráfica, y para mí es un orgullo aportar un granito de arena en forma de un breve relato y un artículo de ensayo-opinión.

El relato se titula "Encrucijada", con ilustraciones de Juan Serrano, el artículo, tiene por contra un nombre algo pomposo: "La mente, el alma y el terror: un breve panfleto"

Os dejo con la introducción para abrir la boca:


Alma, mente, espíritu, consciente, inconsciente, conciencia… conceptos transcendentes, de límites imprecisos, lugar abonado para el juego del fantástico y el miedo. El terror hurga en las fronteras, en los límites; saca partido de la confusión; lo indeterminado o indefinido son terreno abonado para el surgimiento de creaciones cuyo objetivo es estremecer o conmover las cuerdas que mantienen tenso nuestro equilibrio emocional.
Como bien sabemos, aún hoy el mundo de la mente es una gran incógnita. Ya sea mediante un acercamiento psicológico o fisiológico, todavía queda un universo por descubrir, siendo los interrogantes superiores en número a las respuestas. Al conocimiento preciso se opone un espectro de teorías, de experimentos, de interpretaciones, que no logran darnos una visión holística y clara del conjunto, sino una serie de perspectivas e interpretaciones individuales, fuertemente sesgadas, objeto de polémica, sujetas a un continuo devenir.
Y claro, si dejamos de lado el método científico y entramos en el universo de la religión o el de la filosofía, todavía emborronamos más el papel, ya no solamente si nos referimos a un aspecto ético o mortal, sino, por ejemplo, el más simple de la teoría del conocimiento, la relación de nuestra mente y la realidad que nos rodea.
Así pues, la literatura, el cine, la creación en general y en particular aquella que lleva colgado el marchamo de lo terrorífico, encuentra en este galimatías, en este pozo oscuro un fértil semillero de ideas a desarrollar.
En este artículo desarrollaremos un simple ejercicio de diletantismo, es decir un acercamiento personal y limitado que despierte en el lector la curiosidad que todo buen merodeador de la cultura del terror debe poseer. Y digo limitado por el simple hecho de que a toda creación se le puede evaluar y estudiar tomando como referente algunos de los términos y conceptos relacionados con este universo. Así que este autor, desde su humildad e ignorancia se detendrá en ideas, títulos y autores completamente subjetivos, no sin invitar a quien lea estas letras a que realice el ejercicio de extender la visión más allá, hacia su propia biografía cultural, gustos e inclinaciones.