Nunca podré agradecerle a Juan Serrano (y también al resto de ilustradores de cabecera de la revista Cthulhu que han trabajado con mis relatos) su labor. Lo que es simple prosa, con sus ilustraciones adquiere una nueva cualidad, una intensidad de brillo oscuro que amplifica el efecto de perturbación y desasosiego que el escritor busca producir.
Agradecerle también sus comentarios acerca de mi última colaboración en la revista: "el sauce".
Los podéis ver en esta entrada de su blog. Él ha tenido la suerte, eso creo, de leer el relato mucho antes que nadie.
Y no os perdáis las muestras de su labor, son excepcionales, terribles, inquietantes e imaginativas.