"Esta placita, incrustada en el centro de Zaragoza, casi al lado de La
Seo, es visita obligada para los amantes de la gastronomía efímera: de
la tapa, el montadito, la ración, el chato de vino y la caña de cerveza
al albur de una reunión de amigos. Era domingo, un soleado domingo de
finales de febrero. Las terrazas estaban atestadas; olía a queso, a
frituras, a pan tostado y jamón recién cortado, a vermú casero y
alegría, la alegría que proporcionaba un tercer grado provisional en la
prisión del inclemente invierno zaragozano. "
[Ir a entrada]
Nuevo desbarre en "Zaragoza Turbia". Esta vez en uno de esos lugares que si venís algún día a Zaragoza y sois amantes del buen tapeo, no debéis dejar de visitar. Esta vez lo turbio cabalga en esos objetos tan comunes que son nuestros teléfonos móviles
Me gusta pensar, no que piensen por mí. Me gusta Reflexionar acerca del mundo en el que vivo... me gusta el miedo y la buena literatura.
lunes, marzo 24, 2014
jueves, marzo 20, 2014
Primeros pasos en Zaragoza Turbia
No le tengo apego al autobombo desmedido. No me gusta estar día sí y día también machacando al personal con mis cosas, tratando de vender una imagen, de alcanzar una meta como si de un objetivo comercial se tratase. Sin embargo voy a salirme un poquito de la senda trazada. En la última entrada comenté que había dado inicio a un nuevo proyecto creativo: "Zaragoza Turbia". Pues ahí va, sigue adelante, mejor de lo que yo pensaba. las ideas parece que fluyen o surgen. Y es algo bueno, eso creo, porque estaba estancado, parado, seco. Quizá todo se limitaba a uno de esos periódicos tramos de desencanto, a ver que la senda trazada no poseía -no posee objetivo- y no ser capaz de admitirlo y vivir con ello...
Para los que os apetezca y tengáis tiempo que malgastar con mis desbarres, estos son los primeros pasos de Zaragoza Turbia
Para los que os apetezca y tengáis tiempo que malgastar con mis desbarres, estos son los primeros pasos de Zaragoza Turbia
O cómo el Ebro a veces muestra cosas que nadie creería que existen
Las casas de Zaragoza ocultan peculiares propiedades. En una de ellas, los espejos juegan a ser lo que no son
¿Puede haber edificios fantasma? En Zaragoza parece que hay tradición
Os seguiré informando
jueves, marzo 13, 2014
Nace "Zaragoza Turbia"
A veces, cuando recorro la ciudad
—Zaragoza— junto a mi mujer y mis dos perras, me veo atraído por detalles
variopintos, por composiciones peregrinas, por situaciones , gentes, lugares y
hechos que estimulan de repente mi imaginación y dan pie a que a la percepción
se adhiera un repentino ardor creativo. El artista hace eso: toma lo cotidiano
y le superpone una interpretación, una visión que complementa la realidad de lo
percibido, la retuerce y la recompone; en mi caso suele inclinarse hacia lo
oscuro y perturbador. Esos flashes de creatividad suelen desvanecerse casi de
inmediato, igual que vienen se esfuman, dejándonos un malestar, muy común en
los escritores, que hurga en las neuronas a medio plazo, una suerte de Pepito
Grillo que nos susurra: mira qué original fue, lo bien que lo trazaste, la
naturalidad con la que surgió…, ahora tu memoria de pez no es capaz de
recordarlo, de atraparlo, de recrearlo; tu inspiración está tan atrofiada como tus sinapsis… torpe pedazo de
alcornoque.
Cuando sucede eso, siempre,
siempre me digo «coge una de tus libretas, llévala siempre contigo. Lo
imaginado es ligero y lo arrastra el viento; lo que se escribe pervive y puede
ser revisado y usado» Y en casa hay muchas libretas y cuadernos en blanco.
“Zaragoza Turbia” es un blog de
notas. Ya sé que el formato es algo obsoleto, pero es algo que me resulta indiferente,
no busco lo que ahora tanto se lleva y se impone: esa inmediatez limitada en el tiempo y en el espacio,
alimento rápido y de fácil digestión. No. El blog, este blog va más allá, es
muy personal aunque esté abierto al público, es una excusa que me voy a imponer
para obligarme a llevar conmigo ese bloc físico, libreta de apuntes real, en la
que anotar puntualmente mis ideas peregrinas y no tan peregrinas. El blog es
una imposición para sacarme de un cierto estado de abulia creativa en el que me
encuentro A ver si mi natural inclinación a la pereza no me vence y logro
generar una rutina de creación ara
retomar una senda que he perdido.
Zaragoza es un buen lienzo, tan
bueno como cualquier otro. Esconde secretos que solo los artistas conocen,
secretos turbios en los que la realidad, lo cotidiano se calzan con lo
misterioso, lo inquietante, lo prohibido o lo sangriento. “Zaragoza Turbia”
quiere llegar a ser ese lienzo, pero emborronado, manchado, ultrajado por el
alma de este escritor de cuarta fila.
Ir a Zaragoza Turbia
Ir a Zaragoza Turbia
martes, febrero 11, 2014
Premio Nocte de ensayo sobre literatura de terror nacional 2014
Nocte, Asociación española de escritores de terror, convoca su II
Premio Nocte de ensayo con el objetivo de fomentar el estudio de
la literatura de terror nacional. El premio se regirá con arreglo
a las siguientes bases:
1. Podrán participar todos los autores que lo deseen que hayan
publicado en cualquier medio o institución un ensayo relacionado
con la literatura de terror española en el año anterior a la
convocatoria. También podrán participar aquellos trabajos
constituidos como Fin de Master y ya aprobados en cualquier
institución universitaria.
2. Los ensayos tendrán un enfoque libre, pero la literatura de
terror española deberá tener un papel importante en los mismos,
aunque no sea exclusivo. No es necesario que los ensayos saquen
conclusiones positivas sobre la literatura de terror española: se
busca su estudio, no
vanagloriarla.
3. Los ensayos deberán tener una extensión mínima de 5.000
palabras.
4. Para participar en la convocatoria, se deberá enviar el ensayo
junto a una breve presentación del mismo y los datos personales
del autor a asociacion@nocte.es
5. La fecha límite de entrega de las candidaturas será el 31 de
julio de 2014.
6. Nocte constituirá un jurado compuesto por miembros de la
asociación y eventualmente expertos en la materia para valorar las
candidaturas.
7. El fallo del concurso se emitirá durante la Semana Gótica de
Madrid en el acto de entrega de los Premios Nocte 2014.
8. Se contempla un premio de 300 euros para la obra galardonada.
El premio podrá ser declarado desierto.
9. Nocte propondrá la publicación del ensayo ganador y
eventualmente de los finalistas para su difusión gratuita.
10. Nocte se reserva el derecho a solventar cualquier cuestión no
contemplada en estas bases.
jueves, octubre 31, 2013
En la noche de difuntos... un dodo
... nada mejor que anunciar el nacimiento de una ficción terrorífica.
Y es que de la mano de "La hermandad Poe" ha nacido la antología "Anatomías secretas", antología de terror que tiene como hilo conductor el cambio, la mutación, el lado animal que anida en el interior de cada uno de nosotros y que, en unos con más efervescencia que en otros, pugna por abrirse camino a través de la piel del alma.
![]() |
http://maximilianochimuris.wordpress.com/animal-hair-project/ |
Lo de serendipia lo explicaré en otra entrada... pues tiene su miga, una de esas casualidades que abundan en la vida del escritor.
No me olvido de la compañía: abrumadora, de todos esos compañeros que han aportado también su granito de arena al proyecto. Basta leer la lista inferior para prever un buen rato de disfrute literario, del gozo prohibido del terror.
Os dejo la nota de prensa ofical:

Su objetivo es la realización de
actos culturales y la colaboración con otras entidades, además de una
colección de antologías relacionadas con el género de terror. Cada año
aparecerá un volumen centrado un tema común, sin coartar la libertad
individual de los creadores ni censurar su enfoque. Serán libros de
calidad, con tirada reducida, limitada y muy exclusiva.
La Hermandad
trabaja en colaboración con la Agencia y Escuela Literaria Letras Vivas
para la gestión de sus actividades, que pueden seguirse en su blog
(http://lahermandadpoe.blogspot.com), Facebook
(facebook.com/lahermandadpoe) y Twitter (@HermandadPoe). Se puede
contactar con ellos, para más información, mediante la dirección:
lahermandadpoe@gmail.com

Publica Editorial Nostrum.
El primer acto de
presentación se celebrará la noche de Halloween, durante el Café
Literario de Rivas Covibar, a las 20.00 horas.
Debido al carácter exclusivo de este libro, ya se pueden realizar reservas del mismo en: escuelaletrasvivas@gmail.com
martes, mayo 07, 2013
Una pareja singular..., de ases.
Saco de Huesos es una pequeña editorial, una editorial mínima a la que le gusta jugar con el riesgo. Y es que los socios que la componen, y que se dejan el tiempo y el dinero en ella, no dudan en declararse fanáticos de eso que ellos llaman "El género Fosco", fanáticos de los creadores que se arriesgan, que juegan en la lindes de lo extraño, creadores que andan intentado asomar la cabeza por encima del horizonte, en busca de lectores que degusten sus delicatessen oscuras.
Fueron ellos quienes confiaron en mí y publicaron mi primera obra en solitario "Carne de mi carne".
También confiaron en un gran creador como es José Ignacio Becerril Polo y su fantástica "El monstruo en mí"
Y de esta confianza floreció el hecho de que sendos relatos de ambas obras fueran nominados en la categoría de Mejor Relato Nacional de los premios Nocte.
- Casa ocupada, por José Ignacio Becerril Polo
- La necesidad del dolor, por José Mª Tamparillas
Es una oportunidad económica (0.89€) de acercarse a un gran autor como es Nacho (de mí, ya diréis vosotros lo que creáis oportuno), una oportunidad para, quizá, luego, arriesgarse con ambas antologías.
Por cierto, Nacho ha publicado recientemente otra gran antología;
"El hombre imaginado"
Por cierto, Nacho ha publicado recientemente otra gran antología;
"El hombre imaginado"
martes, abril 30, 2013
Perros perdidos. próximamente en la revista Cthulhu
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Ilustración de Juan Aguilera |
Magnífica e inquietante ilustración de Juan Aguilera para mi nuevo relato "Perros perdidos" en el número 10 de la Revista Cthulhu que aparecerá en breve.
"Perros perdidos" es la breve plasmación de una idea que me llevaba rondando la cabeza desde hace unos cuantos años; desde que visité las obras en un barrio de nueva construcción en Zaragoza, uno de esos barrios que surgen de la nada en las afueras, en medio de un erial reseco, sin servicios y abandonado. Se me hizo extraño ver surgir de esa nada, de ese aglomerado de cemento, polvo, boquetes, grúas, cimientos, charcos y desorden, las figuras inmóviles de algunos edificios donde ya vivía gente, gente extraña, a solas con una soledad obligada, alejados de la civilización urbanita. Pensé que era el escenario ideal para un relato de terror; el desencadenante: un gran boquete inundado por las recientes lluvias, la mirada sombría de las gentes, la desolación... caldo de cultivo ideal para lo extraño y oscuro.
jueves, marzo 21, 2013
Benjamín
Una de las virtudes de la literatura, es la libertad que, como lectores, le damos para que juegue a engañarnos y confundirnos. Uno de los placeres de la lectura, entre otros, es el del juego al gato y el ratón que a veces se establece entre el escritor y su lector, entre la trama y nuestra capacidad de predecir.
Podría haber usado el título de "el placer del engaño", pues Federico Axat, el autor de la novela que comento a vuela pluma, es un evidente admirador, entre otras muchas cosas, del giro argumental, de la rotura metafórica de las caderas del lector, del juego de espejos entre la apariencia, la evidencia y la verdad.


"Benjamín" es una novela recomendable, muy recomendable; un punto de inicio que me incita a seguir al autor en su recorrido. Recientemente ha publicado en España su segunda novela: "El aula 19"
domingo, febrero 17, 2013
Noche de insomnio
Uno se ve sometido a ciertos vaivenes creativos en más ocasiones de las que desearía. Es el sino del escritor no profesional, de aquél que tiene que sacar tiempo (y ganas) de donde sea para ponerse a escribir y crear. Tal y como se ha visto, o no visto, hablando literalmente, en este blog, ha sido una de esas largas ocasiones en las que el silencio y la desgana han superado a las magras intenciones y los buenos propósitos. Quizá se deba a la absorción del trabajo, a la mera y simple pereza que, a veces, nos atenaza a todos, a una cierta extenuación, a la falta de ideas... Solo sé que lo intentaba, pero no era capaz; era algo que notaba, sobre todo, cuando trataba de retomar la novela con la que ando a vueltas. Y es que había topado con un risco, con uno de esos muros que aparecen en la narración, en los que la mera tenacidad apenas valía nada, donde solo el destello de la inspiración podía ser el único estimulante. Ahí estaba la escena a medio terminar, deshilachada en mi mente, roca virgen a devastar. Escena dique, escena maldita, plasmación viva de mi sequedad creativa.
O no era la escena, esa escena concreta de esa novela a medio terminar: eran todas las escenas, de todas las historias
Inspiración que se negaba a salir de su madriguera.
La incapacidad, la visión del folio en blanco, generan una frustración que crece por dentro, que consume con lentitud y afán el ánimo, la alegría, que agostan la intención, la disposición y la necesidad. En momentos así, uno se plantea abandonar y dejarlo todo.
Escribe, me decían. ¿Has escrito ya algo? preguntaban los amigos, lectores ocasionales. Y la respuesta era una serie de excusas vagas, lugares comunes, sonrisas amargas y largas, muchas largas. Luego los remordimientos, la disposición, el intento, la negación, la virginidad inmaculada y dolorosa del papel (pantalla)
Y el tiempo pasaba.
Pasaba sin más.
La historia da un pequeño giro, giro necesario.
No soy de los que suelen sufrir insomnio. Lo contrario, el sueño y el agotamiento suelen ser enemigos omnipresentes a la hora de acostarme, cuando trato de sacar tiempo para leer con tranquilidad. Esa noche ni siquiera hice ademán de coger el libro de la mesilla. El cuerpo estaba agarrotado, los ojos llenos de arena... apagué la luz a la espera de un descanso reparador. Había que madrugar además.
Insomnio. No recordaba lo que era. La tenaza firme sobre tu conciencia, la gelatina que ahoga la necesidad... Notas cada latido de corazón percutiendo como un martillo neumático, cada susurro como un grito impreciso, cada reflejo como un destello cegador... Si no los hay, los buscas ansioso... y el cerebro, maldita máquina que de vez en cuando siente la necesidad de ir por libre, acelerado, inconexo, a lo suyo. Uno no piensa en esos momentos con coherencia, con la necesaria integridad, piensa sin pensar, el cerebro va por libre, solo percibe el sueño, lo ve, lo acaricia... lejos, muy lejos, como en las pesadillas en las que uno trata de correr y el aire se espesa o las piernas flaquean y el avance es irrisorio.
Una vuelta, otra. Un trago de agua..., respira, trata de darle profundidad y ritmo a la respiración. Joder, la mente, ponla en blanco, no pienses en nada, sobre todo deja de pensar, tío, que eso no es pensar, es desbarrar. No te muevas, mantén los ojos cerrados, a ver si así, con ese magro sortilegio espantas la marea confusa en tus neuronas y convocas a Morfeo.
Una hora, otra..., o no ha sido una hora. Porque el tiempo juega a lo suyo: solo ha sido un instante, unos minutos cortos, pero dilatados hasta la desesperación. La relatividad del tiempo es una nueva tortura a añadir a la larga lista de padecimientos del insomne.
Entonces tomas la decisión. ¿No quieres estar despierto? Pues despierta del todo, no malgastes el tiempo, no molestes a la persona que tienes al lado, roncando suavemente, plena, feliz, con esa expresión de satisfacción que quieres para ti.
Mi galga me vio acercarme. Estaba enroscada sobre si misma en el sofá. Sus ojillos me interrogaban, ella curiosa y confusa, más confusa todavía cuando me tumbé a su lado, a la vera de su calor animal, tan grato en ea noche fría. Quizá así, al ritmo de su respiración, pudiera espantar la vigilia. Y de nuevo el tiempo con su elasticidad absurda, de nuevo una media hora que solo resultó ser un puñado de minutos en penumbra e incomodidad. De nuevo las ideas en un torbellino, físicas, palpables, tan sólidas como las aspas de una batidora. Tara, así se llama la galga, incómoda por mi abrazo, por mis continuos cambios de postura, me dio un par de lametones en la cara y se apartó: venga ya, tío, te quiero mucho, pero te estás pasando, déjame en paz. La acaricié y le pregunté si ella sabía cómo lograr espantar el revuelo de mi mente que ha aparecido de la nada. No fue capaz de responderme..., su silencio canino fue el punto de inflexión. Fue entonces cuando decidí hacer caso del tornado interior, de centrarme en el, de observarlo y estudiarlo.
Es la escena. la maldita escena. Mi cerebro la reconstruye, la anima, la atenaza y la ordena.
Ahí está. Sin más, sin ir a buscarlo, inconsciente y sobrenatural.
Enciendo el ordenador, me hago una pipa de agua a toda prisa. Busco una emisora en internet con música clásica, no sé por qué, pero necesito música clasica de fondo. Me decido sin pensarlo mucho por los Románticos y, tras cerrar la puerta de dormitorio y encender la luz del salón, me siento en la silla, aterido, sin hacer caso al helor, incrédulo y quizá sin esperanzas.
Abro el archivo, voy al final: al punto y seguido, a la coma, a la frase..., no sé, no lo recuerdo. Cojo aire. Y sin más dilación todo brota, el atasco se volatiliza, los diálogos fluyen, los personajes se cuajan con coherencia. Y es entonces cuando el tiempo coge su devenir normal, cuando la interpretación subjetiva de su discurrir desaparece. Son dos horas, dos horas de verdad, de palábras,de párrafos, de borrar y crear de nuevo; la pipa se ha consumido sin casi haberla catado, y de la nada., de una supuesta nada, nacen unas dos mil quinientas palabras que finalizan el capítulo e inician el siguiente, que conjuran el insomnio y que me parece que me han dado a dar alas, inspiración y energía, una energía reposada, domeñada.
Respiro satisfecho. Estiro mi espalda dolorida. Me levanto, le doy un beso en el cogote a Tara, la acaricio y ella como hacen todos esos viejos amigos nuestros, que saben cuando acertar, se yergue, me da la pata y me lava la cara a lametones durante un rato. Luego se tumba, suspira, da un par de vueltas, se vuelve a enroscar (como un bicho de veinte kilos, de patas kilométricas, es capaz de reducirse a la insignificancia, a un volumen compacto y diminuto con tan poco es fuerzo) y se hace una pelota cálida hundida en la comodidad del sofá.
Apago el ordenador. Sonrío satisfecho. Mi mente está limpia como un atardecer al lado del océano.
Duermo
O no era la escena, esa escena concreta de esa novela a medio terminar: eran todas las escenas, de todas las historias
Inspiración que se negaba a salir de su madriguera.
La incapacidad, la visión del folio en blanco, generan una frustración que crece por dentro, que consume con lentitud y afán el ánimo, la alegría, que agostan la intención, la disposición y la necesidad. En momentos así, uno se plantea abandonar y dejarlo todo.
Escribe, me decían. ¿Has escrito ya algo? preguntaban los amigos, lectores ocasionales. Y la respuesta era una serie de excusas vagas, lugares comunes, sonrisas amargas y largas, muchas largas. Luego los remordimientos, la disposición, el intento, la negación, la virginidad inmaculada y dolorosa del papel (pantalla)
Y el tiempo pasaba.
Pasaba sin más.
La historia da un pequeño giro, giro necesario.
No soy de los que suelen sufrir insomnio. Lo contrario, el sueño y el agotamiento suelen ser enemigos omnipresentes a la hora de acostarme, cuando trato de sacar tiempo para leer con tranquilidad. Esa noche ni siquiera hice ademán de coger el libro de la mesilla. El cuerpo estaba agarrotado, los ojos llenos de arena... apagué la luz a la espera de un descanso reparador. Había que madrugar además.
Insomnio. No recordaba lo que era. La tenaza firme sobre tu conciencia, la gelatina que ahoga la necesidad... Notas cada latido de corazón percutiendo como un martillo neumático, cada susurro como un grito impreciso, cada reflejo como un destello cegador... Si no los hay, los buscas ansioso... y el cerebro, maldita máquina que de vez en cuando siente la necesidad de ir por libre, acelerado, inconexo, a lo suyo. Uno no piensa en esos momentos con coherencia, con la necesaria integridad, piensa sin pensar, el cerebro va por libre, solo percibe el sueño, lo ve, lo acaricia... lejos, muy lejos, como en las pesadillas en las que uno trata de correr y el aire se espesa o las piernas flaquean y el avance es irrisorio.
Una vuelta, otra. Un trago de agua..., respira, trata de darle profundidad y ritmo a la respiración. Joder, la mente, ponla en blanco, no pienses en nada, sobre todo deja de pensar, tío, que eso no es pensar, es desbarrar. No te muevas, mantén los ojos cerrados, a ver si así, con ese magro sortilegio espantas la marea confusa en tus neuronas y convocas a Morfeo.
Una hora, otra..., o no ha sido una hora. Porque el tiempo juega a lo suyo: solo ha sido un instante, unos minutos cortos, pero dilatados hasta la desesperación. La relatividad del tiempo es una nueva tortura a añadir a la larga lista de padecimientos del insomne.
Entonces tomas la decisión. ¿No quieres estar despierto? Pues despierta del todo, no malgastes el tiempo, no molestes a la persona que tienes al lado, roncando suavemente, plena, feliz, con esa expresión de satisfacción que quieres para ti.
Mi galga me vio acercarme. Estaba enroscada sobre si misma en el sofá. Sus ojillos me interrogaban, ella curiosa y confusa, más confusa todavía cuando me tumbé a su lado, a la vera de su calor animal, tan grato en ea noche fría. Quizá así, al ritmo de su respiración, pudiera espantar la vigilia. Y de nuevo el tiempo con su elasticidad absurda, de nuevo una media hora que solo resultó ser un puñado de minutos en penumbra e incomodidad. De nuevo las ideas en un torbellino, físicas, palpables, tan sólidas como las aspas de una batidora. Tara, así se llama la galga, incómoda por mi abrazo, por mis continuos cambios de postura, me dio un par de lametones en la cara y se apartó: venga ya, tío, te quiero mucho, pero te estás pasando, déjame en paz. La acaricié y le pregunté si ella sabía cómo lograr espantar el revuelo de mi mente que ha aparecido de la nada. No fue capaz de responderme..., su silencio canino fue el punto de inflexión. Fue entonces cuando decidí hacer caso del tornado interior, de centrarme en el, de observarlo y estudiarlo.
Es la escena. la maldita escena. Mi cerebro la reconstruye, la anima, la atenaza y la ordena.
Ahí está. Sin más, sin ir a buscarlo, inconsciente y sobrenatural.
Enciendo el ordenador, me hago una pipa de agua a toda prisa. Busco una emisora en internet con música clásica, no sé por qué, pero necesito música clasica de fondo. Me decido sin pensarlo mucho por los Románticos y, tras cerrar la puerta de dormitorio y encender la luz del salón, me siento en la silla, aterido, sin hacer caso al helor, incrédulo y quizá sin esperanzas.
Abro el archivo, voy al final: al punto y seguido, a la coma, a la frase..., no sé, no lo recuerdo. Cojo aire. Y sin más dilación todo brota, el atasco se volatiliza, los diálogos fluyen, los personajes se cuajan con coherencia. Y es entonces cuando el tiempo coge su devenir normal, cuando la interpretación subjetiva de su discurrir desaparece. Son dos horas, dos horas de verdad, de palábras,de párrafos, de borrar y crear de nuevo; la pipa se ha consumido sin casi haberla catado, y de la nada., de una supuesta nada, nacen unas dos mil quinientas palabras que finalizan el capítulo e inician el siguiente, que conjuran el insomnio y que me parece que me han dado a dar alas, inspiración y energía, una energía reposada, domeñada.
Respiro satisfecho. Estiro mi espalda dolorida. Me levanto, le doy un beso en el cogote a Tara, la acaricio y ella como hacen todos esos viejos amigos nuestros, que saben cuando acertar, se yergue, me da la pata y me lava la cara a lametones durante un rato. Luego se tumba, suspira, da un par de vueltas, se vuelve a enroscar (como un bicho de veinte kilos, de patas kilométricas, es capaz de reducirse a la insignificancia, a un volumen compacto y diminuto con tan poco es fuerzo) y se hace una pelota cálida hundida en la comodidad del sofá.
Apago el ordenador. Sonrío satisfecho. Mi mente está limpia como un atardecer al lado del océano.
Duermo
jueves, octubre 25, 2012
Hurgando en las tripas de la creación
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El premio y el relato |
Con motivo de la concesión del premio Nocte al mejor relato nacional a "La necesidad del dolor", Juan Ángel Laguna Edroso, en representación de Saco de Huesos, la editorial que publicó "Carne de mi carne", la antología donde aparece el relato (y recordemos que también en el número especial dedicado a NOCTE de la revista Sable, editada por Fermín Moreno), me propuso escribir una líneas hablando de dicho relato. Explicando a mi modo qué me llevó a escribirlo, de dónde saqué la idea, qué mecanismos usé..., o lo qué es peor a la hora de exponer: qué buscaba obtener del lector.
Lo cierto es que me dio plena libertad para escribir a cerca del proceso creador alrededor del relato.
Lo que expongo a continuación son la líneas que sustraje a la imaginación y a la memoria, un juego entre inocente y presuntuoso -un autor suele ser siempre un poco inocente, y un mucho presuntuoso al hablar de su obra- que intenta ejercer de improvisada explicación o disección de algunos de los puntos que anidaban en el inconsciente mientras emborronaba la pantalla del ordenador con semejante engendro.
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Por uno de esos incalificables derrapes del destino, el relato “La necesidad del dolor” inserto en la antología “Carne de mi carne”, ganó este año (2012) el premio Nocte al mejor relato nacional. Mis editores —Saco de Huesos— me han sugerido que intente en unas breves palabras explicar qué me llevó a escribir dicha obra, qué mecanismos use, qué detonantes se presentaron para que lo elaborara de esa manera concreta.
Este breve opúsculo, porque no es otra cosa sino un aburrido opúsculo, trata de explicar dichas cuestiones con un éxito relativo, puesto que, muchas veces, querer aprehender la creatividad es un deseo vano, fútil, abonado al fracaso o como mínimo al enredo.
Pero vamos allá:
La sociedad del hedonismo es esencialmente una sociedad egoísta, aunque, probablemente, sería mejor dejarse de generalizaciones, puesto que dicha sociedad, además, también es individualista y por ello el todo está supeditado más que nunca al individuo, a su goce codicioso. Quizá, como individuos, hayamos dado el paso que va más allá de esa denominada “cultura de la satisfacción”, hayamos dado ese paso que hace que la expresión, ese pilar sociológico, se afine y complete llegando a convertirse en “la cultura de la satisfacción a ultranza”.
Obviamente todo comenzó con el impulso hacia lo material: alguien implantó en nuestra maleable mente una necesidad viciosa y compulsiva por lo material, por una continua y alocada carrera; instiló el deseo y luego nos ofreció la solución al malestar nacido de ese deseo: el consumismo, el placer inmediato de poseer, sin más, poseer sin una necesidad concreta, de poseer fácilmente, casi sin esfuerzo, de poseer y no quedarnos satisfechos con la mera posesión, sino anhelantes ante una falso concepto de cambio y mejora que hace que deseemos esperar poseer lo siguiente que se nos ofrece. Se trata de un juego satisfacción-insatisfacción, perverso. Vivimos en una sociedad que se articula, económica, social y psicológicamente sobre esos cimientos: poseer, elaborar necesidades y deseos para luego calmarlos y completarlos durante un breve instante antes de que la insatisfacción vuelva a hacer mella en nosotros, a toda costa, exigiendo un mínimo esfuerzo por ello.
Es obvio que el paso de lo material a lo que no es material se debió dar en algún momento del proceso, en un día indeterminado de la historia, puesto que lo material, sin duda es una de las herramienta que nos permite manejar y acercarnos a lo inmaterial. Es obvio que alguien alguna vez, en algún lugar dio un paso esencial: el paso que le llevó a cambiar el eje sobre el que rotaba la percepción de esta realidad. Y así, el “puedo poseer, puedo hacer realidad mis deseos y a colmar mis necesidades, la sociedad me permite hacerlo” se convirtió en un “tengo derecho a poseer, tengo derecho a hacer realidad mis deseos y colmar mis necesidades, además la sociedad —cualquiera— no se puede interponer en ello” y lo que es peor, no solo en lo que a lo material respecta, sino en lo que a otras necesidades mucho más esenciales y etéreas se refiere…poseer es un derecho inalienable en el sentido más general del concepto de posesión.
El placer.
“La necesidad del dolor” nace en ese caldo de cultivo:
Habla del placer, cuando el placer es una necesidad enfermiza que se alimenta del dolor.
Hay quien dice que solo cuando la sociedad ha pervertido e hipertrofiado su afinidad, su apego, su gusto por el hedonismo, cuando ha caído en la cuenta de la vacuidad intrínseca del placer a toda costa, abriendo las puertas a ese invitado incómodo llamado aburrimiento, solo entonces, el germen del sadismo y el masoquismo germina con plenitud y tiñe con su brutal impronta los deseos y acciones de algunas personas. Placer y dolor son anverso y reverso de una misma moneda para ellos…, están tan unidos que uno involucra al otro necesariamente: uno no es, sin más, sin el otro; y la consecución del uno no se entiende sin la presencia del otro.
“La necesidad del dolor” parte de esta premisa. La exagera, la pervierte. La lleva al extremo en el que la necesidad del binomio placer/dolor, una necesidad de diseño elaborada en nuestra mente, se encara con el impulso natural insertado en los genes. Hablamos de dos fuerzas primigenias, intensas, poderosas e irrenunciables: lo artificial frente a lo instintivo. Y nada más instintivo, visceral, que el amor de una madre, la sumisión de todo por y para la nueva vida: seguridad, comodidad, alegría, deseo; todo sometido por el nexo inmaterial madre/hijo.
En el relato se sucede un enfrentamiento brutal, descarnado, que subvierte finalmente las reglas no escritas de la ley natural. El resultado de dicho enfrentamiento las rompe de una forma trágica y perversa. Y es sabido que cuando las leyes naturales, las leyes, en general, en el sentido antropológico —quizá folclórico—, son subvertidas, el orden global se tambalea, el equilibrio se rompe a su vez y, es por ello que se abran de par en par las puertas a lo sobrenatural; el fino pero resistente velo que separa ambos mundos se agrieta y permite que uno, el sobrenatural, penetre en el otro a sangre y fuego, lo contamine y, en cierta manera, ejerza de terrible e improvisado Demiurgo que castiga, aniquila y restaura el equilibrio a su manera torcida y aterradora.
Esto es, en esencia, lo que forma la base del relato. Los pilares sobre los que se sustentan esas pocas e intensas páginas. Algo que nos hace preguntarnos entonces dónde reside el horror en él: en el suceso en sí, o en las consecuencias que tal suceso desata. Eso lo deciden ustedes: los lectores.
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Si además del texto, queréis leer la breve introducción de Juan en su espacio en "Ociozero": blog Edit-ando, os dejo el enlace aquí.
También os dejo los enlaces a las entrevistas que tanto Fernando Martínez, como Javier Quevedo Puchal me hicieron, hablando de "Carne de mi carne", en las que también hablo un poco de lo mismo desde otras perspectivas.
jueves, octubre 18, 2012
Renglones torcidos - algo negro

Se trata de un relato breve, un relato negro que escribí con motivo de un de concurso organizado por un espléndido bar de Zaragoza, con un tapeo más que excelente, que se llama La Republicana: "Cuéntale un cuento a la Republicana".
No gané, pero quedé entre los seleccionados para aparecer en un mini-libro electrónico. Algo más que suficiente
Y lo pongo porque se trata de un acercamiento a la literatura negra, otra de mis pasiones; porque me apetece que, una vez en el aire, no se pierda en el dédalo delolvido literario...; y cómo no, por ese ego propio del artista: entre presuntuoso e inocente.
La ganadora, para que quede constancia, fue Angélica Morales.
miércoles, octubre 17, 2012
Urnieta: XXX Hispacón y premio Nocte
Lunes. Es lunes... o martes, no sé; y después de vivir la semana de Pilares y el fin de semana en Urnieta, de visita en la Hispacón del 2012, mi cuerpo quiere venir a decirme que anda cojitranco, algo vacío, nebuloso, diría yo..., o diría él, o quién sabe.
Sin embargo uno se vuelve con buenas sensaciones, buenos momentos, buenos recuerdos. Y es que lo mejor de estos eventos, quizá antes que los actos en sí, suele ser la gente: toda esa gente que lo organiza y que deja de lado su vida para hacer un poco mejor la tuya, esa otra que apenas ves durante el año, gente a la que no conoces en persona y a la que, al fin, pones voz, sustancia y una sonrisa; también a la gente que ves normalmente, buenos amigos, pero sin apenas tiempo, con prisa y ansiedad urbana. Saludos a todos, saludos y sincero agradecimiento por las muestras de cariño, las conversaciones, las alabanzas y críticas, los tragos compartidos..., la paciencia infinita.
Y también regreso con algo más bajo el brazo.
Un premio.
Un "Cucaracho"
Parece increible.
Sí...
Después de tanto tiempo intentando hacerlo lo mejor posible en eso que es escribir.
Después de tanto tiempo tras de eso que se llama literatura.
Lo dicho: "La necesidad del dolor" relato que cierra la antología "Carne de mi carne" (Saco de huesos, 2011) se llevó el Premio NOCTE al mejor relato nacional.
Agradecer a la gente de Nocte su confianza..., a mis editores esa otra dosis más alta de confianza, a mis amigos su apoyo, a mi mujer su paciencia y amor.
Y felicitar al resto de ganadores y finalistas.
Ganadores de los premios Nocte
Ganadores de los premios Ignotus
Y por si alguien se anima y quiero comprobar si el premio es merecido le animo a que lea, sí, que lea.
Carne de mi carne en Saco de Huesos
Carne de mi carne en Amazon
Sin embargo uno se vuelve con buenas sensaciones, buenos momentos, buenos recuerdos. Y es que lo mejor de estos eventos, quizá antes que los actos en sí, suele ser la gente: toda esa gente que lo organiza y que deja de lado su vida para hacer un poco mejor la tuya, esa otra que apenas ves durante el año, gente a la que no conoces en persona y a la que, al fin, pones voz, sustancia y una sonrisa; también a la gente que ves normalmente, buenos amigos, pero sin apenas tiempo, con prisa y ansiedad urbana. Saludos a todos, saludos y sincero agradecimiento por las muestras de cariño, las conversaciones, las alabanzas y críticas, los tragos compartidos..., la paciencia infinita.
Y también regreso con algo más bajo el brazo.
Un premio.
Un "Cucaracho"
Parece increible.
Sí...
Después de tanto tiempo intentando hacerlo lo mejor posible en eso que es escribir.
Después de tanto tiempo tras de eso que se llama literatura.
Lo dicho: "La necesidad del dolor" relato que cierra la antología "Carne de mi carne" (Saco de huesos, 2011) se llevó el Premio NOCTE al mejor relato nacional.
Agradecer a la gente de Nocte su confianza..., a mis editores esa otra dosis más alta de confianza, a mis amigos su apoyo, a mi mujer su paciencia y amor.
Y felicitar al resto de ganadores y finalistas.
Ganadores de los premios Nocte
Ganadores de los premios Ignotus
Y por si alguien se anima y quiero comprobar si el premio es merecido le animo a que lea, sí, que lea.
Carne de mi carne en Saco de Huesos
Carne de mi carne en Amazon
jueves, octubre 04, 2012
Desde las entrañas
Hay personas, escritores noveles en concreto, que tienen la más absoluta capacidad de entusiasmo. Gentes que transmiten energía, unas ganas de ir hacia adelante, de mejorar, de meter la cabeza, de escribir mejor y ser publicados..., sí, que transmiten una energía especialmente intensa cuando estás a su lado y no paran de hablar de sus proyectos, de sus ideas, de sus afanes.
David Rozas Genzor es uno de ellos. Siemnpre en la brega, siempre queriéndolo hacer mejor, queriendo llegar más allá.
Hoy, David presenta el que va a ser su primer libro. Esta entrada quiere ser un mínimo apoyo más a esa intensidad, a esa efervescencia de la sangre joven.
Presenta su antología "Desde las entrañas"
Bienvenido, David.
"Desde las entrañas"
David Rozas Genzor.
Editorial Seleer
Presentación: jueves 4 de octubre. 20.00 h. En el Centro Cívico de Casetas, en Zaragoza
SINOPSIS
Desde las mismas entrañas de su creador, surge una obra tan trepidante como perturbadora. Cuatro relatos adictivos sumidos en una atmósfera malsana y desasosegante que atraparán al lector desde la primera página. Cuatro historias distintas donde las vidas de sus personajes giran 180 grados de forma súbita hacia la fatalidad.
Un grupo de supervivientes enfrentándose al horror que esconde una casa llena de recuerdos y peligros; una extraña niña con un cometido impredecible que irrumpe misteriosamente en la vida de un joven; un accidente imprevisto en las minas de Marte que teñirá de rojo las vidas de los colonos; un embarazo tan increíble como relevante desembocará en el más difícil de los partos para su progenitor…
Ya no hay vuelta atrás, amigo lector. Tú y yo solos aquí dentro. ¿Te atreves a traspasar el umbral y enfrentarte a lo desconocido?
David Rozas Genzor es uno de ellos. Siemnpre en la brega, siempre queriéndolo hacer mejor, queriendo llegar más allá.
Hoy, David presenta el que va a ser su primer libro. Esta entrada quiere ser un mínimo apoyo más a esa intensidad, a esa efervescencia de la sangre joven.
Presenta su antología "Desde las entrañas"
Bienvenido, David.
"Desde las entrañas"
David Rozas Genzor.
Editorial Seleer
Presentación: jueves 4 de octubre. 20.00 h. En el Centro Cívico de Casetas, en Zaragoza

Desde las mismas entrañas de su creador, surge una obra tan trepidante como perturbadora. Cuatro relatos adictivos sumidos en una atmósfera malsana y desasosegante que atraparán al lector desde la primera página. Cuatro historias distintas donde las vidas de sus personajes giran 180 grados de forma súbita hacia la fatalidad.
Un grupo de supervivientes enfrentándose al horror que esconde una casa llena de recuerdos y peligros; una extraña niña con un cometido impredecible que irrumpe misteriosamente en la vida de un joven; un accidente imprevisto en las minas de Marte que teñirá de rojo las vidas de los colonos; un embarazo tan increíble como relevante desembocará en el más difícil de los partos para su progenitor…
Ya no hay vuelta atrás, amigo lector. Tú y yo solos aquí dentro. ¿Te atreves a traspasar el umbral y enfrentarte a lo desconocido?
martes, septiembre 25, 2012
CHARLIE MARLOW Y LA RATA GIGANTE DE SUMATRA

Se trata de un proyecto de crowdfunding a través de la web de Lanzanos.
La verdad es que, después de pasármelo en grande con sus "Zombis de Camford" no me resulta ni violento ni gratuito hacerme eco de este hecho.
El enlace del crowdfunding es este, y lleva toda la
información, la sinopsis, e incluso un vídeo donde cuento de qué va la novela:
Y el enlace de la página de facebook:
viernes, septiembre 21, 2012
Perlas o muñecas rusas
A veces la licencia literaria gusta de tener una duplicidad, el juego de la idea y la palabra se deja domar por dos arquetipos, llamémoslos así, que contienen y definen.
Ando de relectura, por gusto, por añoranza. La elegida, una de mis novelas de terror favoritas, por no decir que la favorita: "Fantasmas", del autor Peter Straub. Ya he hablado de ella en el blog alguna vez, por lo que no entraré a decir más que me sigue pareciendo magnífica. La saco a colación en una nueva entrada porque en ella se me he encontrado con uno de esos recursos literarios que, bien manejados, hacen de la lectura un ejercicio estimulante y hermoso. El relato dentro del relato, la digresión de uno de los personajes que deja de ser personaje puro y se convierte en narrador, en trasunto, en émulo del escritor, en extensión escrita...
En este caso se trata de una escalofriante y sencilla historia de fantasmas y de perversión dentro de otra historia de fantasmas: un cuento a la manera clásica salpicado con elementos que en ningún caso son propios, al menos en una lectura superficial, del cuento tradicional: incesto, maltrato, vampirismo espiritual (sí, permítaseme el palabrejo...).
Lo he leído esta noche, y su lectura me ha traído a la memoria otros ejemplos de perlas en la ostra, de muñecas rusas encajadas una dentro de otra, que me dejaron anodadado. Uno de ellos es el clásico entre los clásicos, el juego de matrioskas por excelencia: "Mansucrito encontrado en Zaragoza", de Potocki. El otro, uno de mis referentes literarios, otra de esas relecturas obligadas: "El halcón maltés" de Hammet.
De la obra de Potocki poco puedo decir, si quisiera hablar de la historia en la historia, en la historia, en la historia..., en la historia, nunca terminaría. Simplemente, léanlo. Pero de Hammet, oh, sí, de él sí recuerdo a Bridgett escuchando a Spade relatando la parábola (considerarla parábola no es imaginación mía..., más gente lo ve así), la parábola de Flirtcraft.
Érase un hombre trabajador, vulgar, del montón, un hombre como cualquier otro, con una existencia aburrida, una familia como cualquier otra, con deseos y necesidades vulgares, arbitrados y mediocres. Érase un hombre que nunca se ha planteado analizar su existencia, que se dejaba llevar. Érase un hombre que, un día, salió de su casa a hacer lo que hacía cualquier jornada, y que, en el camino, estuvo a punto de morir aplastado por una viga: acontecimiento brutal y aleatorio, acontecimiento señero. Un hecho -señal- que determinó que reflexionase y decidiera, dado lo extraordinario de tal augurio, que era necesario empezar de nuevo, cambiar su existencia, borrar de un plumazo su pasado y reiniciarse. Érase un hombre que aparece al cabo de los años. Un hombre que se ha casado de nuevo, que ha encontrado un nuevo trabajo: érase de nuevo un hombre anodino y vulgar, de nuevo el mismo rostro en un marco gris apenas diferentes al anterior marco, de nuevo del montón, anónimo, vacío. Todo cambia para que todo siga igual.
Quizá la historia escondida dentro de "Fantasmas" no tenga la intensidad, la profundidad psicológica de la de Hammet. Pero sí posee un resabio de perversión contra natura, de maldad absoluta que, espero, le guste a quien lo lea. Una pequeña joya del horror, un cuento de vampiros modernos, de los que no necesitan sangre, de esos otros que corrompen el alma con ponzoña y luego se alimentan de ella.
Y mientras seguiré a la busca de la perla, de la muñeca diminuta dentro de la otra muñeca, como buen lector.

En este caso se trata de una escalofriante y sencilla historia de fantasmas y de perversión dentro de otra historia de fantasmas: un cuento a la manera clásica salpicado con elementos que en ningún caso son propios, al menos en una lectura superficial, del cuento tradicional: incesto, maltrato, vampirismo espiritual (sí, permítaseme el palabrejo...).
Lo he leído esta noche, y su lectura me ha traído a la memoria otros ejemplos de perlas en la ostra, de muñecas rusas encajadas una dentro de otra, que me dejaron anodadado. Uno de ellos es el clásico entre los clásicos, el juego de matrioskas por excelencia: "Mansucrito encontrado en Zaragoza", de Potocki. El otro, uno de mis referentes literarios, otra de esas relecturas obligadas: "El halcón maltés" de Hammet.
De la obra de Potocki poco puedo decir, si quisiera hablar de la historia en la historia, en la historia, en la historia..., en la historia, nunca terminaría. Simplemente, léanlo. Pero de Hammet, oh, sí, de él sí recuerdo a Bridgett escuchando a Spade relatando la parábola (considerarla parábola no es imaginación mía..., más gente lo ve así), la parábola de Flirtcraft.


Y mientras seguiré a la busca de la perla, de la muñeca diminuta dentro de la otra muñeca, como buen lector.
martes, septiembre 18, 2012
El héroe derrotado
Nos gustan los héroes. Hay una veta genética que nos hace
admirarlos; que, en muchos casos, busquemos imitarlos, adquirir algo de su
naturaleza mítica, atemporal; algo de su fuerza, algo de su terquedad.
El héroe ha dado mucho juego en la literatura (también en la
de terror), y de la misma forma que su arquetipo imaginario, ha ido mutando,
adquiriendo nuevos matices, apellidos y prefijos…, pienso, por ejemplo, en el “antihéroe” un héroe matizado, algo sucio, fosco, pero héroe al fin.
Nos gusta, nos han educado para esperarlo, que el héroe venza,
que sea el protagonista del victorioso final. Si no es así, buscamos que no ceje, que no se
rinda que, aunque haya sido derrotado, que sea esa una derrota momentánea, una
derrota preludio de lo que seguramente será una victoria grandiosa. El héroe
nunca pierde le fe ni la esperanza…, duda, sí, puede dudar, puede mostrarnos su
debilidad momentáneamente para mostrárnoslo más humano, pero al final las dudas
se disuelven sin remedio en la tormenta
de la catarsis final.
La armadura del héroe viene dada por su estricta concepción
de la realidad y de las reglas que le relacionan con ella; no caben grietas. El héroe es el dueño de la verdad, de ahí su
fuerza. Por eso, unode los mecanismos más atractivos de la creación es el de
mostrar la “caída” del héroe…, aunque más que de derrota habría que hablar de
el encuentro con la lucidez —el héroe en
pocos casos es derrotado, sino que cambia el eje sobre el que giran sus
expectativas y obligaciones—, encuentro con la verdad objetiva que se manifiesta
contraria a su verdad subjetiva, una nueva verdad que sojuzga y conmueve, que resquebraja.
Lo inconmovible se conmueve. Eso es…, y esa conmoción tiene
un especial atractivo para el creador: el desarrollo del proceso de mutación,
el choque del idealismo con lo real carente de matices éticos, solo real, pragmático.
O en el caso del terror el choque entre al concepción mecanicista y positivista
del mundo contra esa otra, sobrenatural, trágica y depredadora. Un choque que
disuelve a la persona, la anula y al mismo tiempo nos anula a nosotros: espectadores
que empatizan con el héroe aniquilado.
miércoles, septiembre 12, 2012
Semblanzas y reportajes
Ando leyendo a Gay Talese, sus "Retratos y encuentros". La frontera que divide el arte del periodismo se difumina cuando este tipo de Nueva York arremete contra el papel y se saca de la manga unos artículos exquisitos.
La voz, es la voz que a muchos periodistas de por acá les falta (en lugar de voz es grito), la voz y un cierto distanciamiento por no decir aversión al juicio. Talese no juzga, Talese escribe lo que ve, lo que interpreta del personaje, de su entorno, de su quehacer:le da la forma adecuada, esculpe los hechos y las apreciaciones y nos los muestra sin recato, pero con respeto
En España apenas uno encuentra obras así. Este ha sido y es país de opúsculos, panegíricos, letrillas y pliegos: todos cargados de adulación, de sorna o de desprecio. La ecuanimidad es una característica de la que se huye como alma que lleva el diablo; ser ecuánime, en este país, significa aparentar blandura, mostrar raciocinio, y no, no señores, de raciocinio, de equilibrio, ecuanimidad y racionalidad no se vive, solo se reciben palos. Y si hablamos de ecuanimidad y buen gusto..., joer, la cosa entonces se pone muy fea, y la labor del que busca se convierte en un paseo por el laberinto de Dédalo con el Minotauro al acecho tras cualquier recodo.
Talese, Mailer, Hunter S. Thompson... incluso Papini, mi querido Papini. Por lo menos a uno siempre le quedan estos amigos.
La voz, es la voz que a muchos periodistas de por acá les falta (en lugar de voz es grito), la voz y un cierto distanciamiento por no decir aversión al juicio. Talese no juzga, Talese escribe lo que ve, lo que interpreta del personaje, de su entorno, de su quehacer:le da la forma adecuada, esculpe los hechos y las apreciaciones y nos los muestra sin recato, pero con respeto
En España apenas uno encuentra obras así. Este ha sido y es país de opúsculos, panegíricos, letrillas y pliegos: todos cargados de adulación, de sorna o de desprecio. La ecuanimidad es una característica de la que se huye como alma que lleva el diablo; ser ecuánime, en este país, significa aparentar blandura, mostrar raciocinio, y no, no señores, de raciocinio, de equilibrio, ecuanimidad y racionalidad no se vive, solo se reciben palos. Y si hablamos de ecuanimidad y buen gusto..., joer, la cosa entonces se pone muy fea, y la labor del que busca se convierte en un paseo por el laberinto de Dédalo con el Minotauro al acecho tras cualquier recodo.
Talese, Mailer, Hunter S. Thompson... incluso Papini, mi querido Papini. Por lo menos a uno siempre le quedan estos amigos.
jueves, septiembre 06, 2012
Un par de noticias promocionales y una recomendación

La primera es la más reciente. Kachi, el inefable editor de saco de Huesos, me ha mandado un mail avisándome de que ya se ha puesto a la venta en formato electrónico (fb2, epub) mi antología "Carne de mi carne" al módico precio de 4€ (entrar a la ficha en la editorial). Una gran noticia, pues soy de los que apuestan por el formato digital. Ya solo falta que la obra salga a la venta en Amazon, lo cual ocurrira lo antes posible.
La segunda es la puesta a la venta ya de la antología editada por Edge en colaboración con NOCTE "Las mil caras de Nyarlathotep", en la que colaboro con el desbarre "Caperucita Roja y el circo de los susurros", sí ese relato híbrido del cuento de hadas y la vesania cósmico-positivista de Lovecraft. Son solo 9.95€ y se puede encontrar en la FNAC, Cyberdark, así como en la propia editorial Edge.
Y la recomendación:
Esta vez abandono el terror y me sumerjo en mi otro género: el negro, y además, para satisfacción, en el producto nacional.
Hablo del escritor Alexis Ravelo y la, hasta ahora, trilogía dedicada al ínclito "Eladio Monroy". Ambientada en Canarias: historia potente, castiza, delicada y al mismo tiempo inteligente.Un protagonista inolvidable, con personalidad propia, bragado y tierno; astuto y cabal. Lectura entretenida y con enjundia.
- Tres funerales para Eladio Monroy
- Solo los muertos
- Los tipos duros no leen poesía
lunes, julio 23, 2012
Entrevista: "Carne de mi carne"

"Wapurgis Natch".
Agradecer a Javier dicho interés, algo que podéis leer en este fragmento de lo que comenta en la introducción a la entrevista.

Leer entrevista completa
Recordamos que Javier es autor de una de las mejores novelas de terror españolas de los últimos años..., y que nadie considere esta afirmación como un peloteo veleidoso, es la pura verdad, a esos les diría: lean "Cuerpos descosidos" y luego me dicen.
Gracias, Javier.
viernes, julio 06, 2012
Deconstruyendo a Caperucita o Las Mil Caras de Nyarlathotep
¿Y qué es lo que hay tras tan rocambolesco título? Pues una noticia que ya hace un tiempo tenía ganas de compartir.

Esta vez participo tomando algo más de riesgo. Si en la anterior antología, con "March & Cía." ofrecía un respetuoso, casi canónico, homenaje al maestro de Providence, en la nueva antología salto al abismo y deslizo un cruce de géneros, de personajes, de ideas; un mestizaje donde el cuento popular es bastardeado por el universo de los Mitos: "Capericuta Roja y El Circo de los Susurros".
Como siempre, el gran antologista es Rubén Serrano.
La antología incluye los relatos:
- El horror acecha, de Rubén Serrano;
- Masa encefálica, de Julián Sánchez Caramazana;
- La Sombra tras Fukushima, de Juan Díaz Olmedo;
- Caperucita Roja y el Circo de los Susurros, de José María Tamparillas;
- Un eclipse desafortunado, de Miguel Puente Molins;
- El Rey del Otoño, de J. J. Castillo;
- La segunda naturaleza, de Ángel Luis Sucasas;
- Las flores de Tefía, de Javier Quevedo Puchal;
- Vigilia, de Anna Morgana Alabau;
- Embaucadores, de Roberto J. Rodríguez;
- Non describitur, de Andrés Abel;
- La religión es el opio del pueblo, de Juan José Hidalgo Díaz;
- Trepanaciones, de Juan Ángel Laguna Edroso;
- El tormento del embajador, de Joaquín Fernand;
- La Feria Amarilla, de Carlos L. Hernando;
- La casa del sueño, de José Luis Cantos.
Para comprarlo en Cyberdark... entra aquí
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