domingo, julio 08, 2007

El ángel negro, de John Connolly

Ya he alabado las virtudes de este novelista en una entrada anterior. De nuevo retomo el tema, esta vez particularizando en su última creación publicada en España: el ángel negro.
Nos hallamos sin duda ante una novela de terror. Así como en las anteriores obras de la serie dedicada al investigador privado Charlie Parker la parte 'negra' de la trama dominaba, en esta última lo sobrenatural se convierte en el centro de esa trama, en el origen y destino, siendo la parte policíaca secundaria. A destacar las referencias históricas que salpimentan los capítulos, espléndidas, a algunos quizá les puedan parecer gratuitas, pero, en mi opinión, clarificadoras; pequeñas islas sobre las que echar pie , descansar, tomar aire para seguir la narración.
A través de las cinco obras de la serie el fondo sobrenatural había ido tomando importancia, hasta llegar al desenlace al que hacemos referencia: un personaje obsesionado por la muerte, el pasado, por la redención: un protagonista inmerso en un mundo de fantasmas y mal.
Por que la obra de Connolly es un a obra dedicada al mal, a definirlo, a mostrarlo sin ambages, sangriento, cruel, gratuito y destructivo. Parker es el adalid de un bien extraño, con sus propias reglas, un bien que a veces bebe de ese mismo vicio que quiere combatir, un adalid sobre el que convergen infinitas corrientes siniestras, un ser trágico cuyo destino es ayudar a quien no puede ser ayudado ya, un hombre continuamente enfrentado a un mal camaleónico, omnipresente.
Sí , sin duda nos encontramos leyendo una novela de terror, de miedo, una novela que nos muestra la cara oscura del universo, las fuerzas del infierno desatadas. Connolly sabe gravitar entre la afirmación total de un mal más allá de lo humano, y otro, puramente humano, habitual, urbano... entreteje su narración hilando el argumento con ambos hilos, ambos extremos deºla misma madeja, tejiendo un lienzo de sangre, crueldad, desamparo, instinto y redención.
La verdad es que, quien quiera leer a Connolly y su obra de Parker, debería hacerlo comenzando por el principio de la serie y siguiendo la trama, siguiendo la maduración del personaje, de aquellos que conforman el estupendo e importante elenco de secundarios.

Lean, lean... sin desperdicio nalguno